l mantenimiento del sistema de drenaje y alcantarillado es esencial para garantizar su funcionamiento óptimo y prolongar su vida útil. Mediante inspecciones regulares, limpieza y reparaciones, se previenen obstrucciones y se asegura un flujo constante de agua. Además, el mantenimiento protege la salud pública al reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua y contribuye a la conservación del medio ambiente. En resumen, es una práctica fundamental para el bienestar de la sociedad.
Prevención de obstrucciones: El mantenimiento regular evita la acumulación de sedimentos, basura y raíces en las tuberías.
Inspección y reparación: Detectar y corregir fugas, roturas o daños en la infraestructura.
Limpieza de sumideros y rejillas: Evita bloqueos y asegura un flujo adecuado.
Limpieza de plantas de tratamiento: Garantiza su funcionamiento óptimo.